Aunque trufada de duros momentos, he tenido y tengo una vida feliz. Crecí en una sencilla y buena familia que me hizo sentir que yo era para ellos alguien especial y tuve la suerte de formar una de la que me siento muy orgulloso.

La mejor experiencia de mi vida ha sido y es ver nacer y crecer a mi hijo, acompañarlo mientras ambos descubrimos mutuamente quienes somos, el uno y el otro. Juan es, sin duda, el mejor de los muchos regalos que me ha hecho Carmen, mi mujer.

Aunque él no lo sabía hasta hace muy poco, los primeros de estos cuentos los escribimos Juan y yo en comandita. Yo entonces le llamaba “Super”, que viene de “Superheure”, que era como él se refería entonces a los superhéroes.

Seguiré escribiéndolos para contarle y tratar de enseñarle cosas que creo que podrían ser interesantes para él y vosotros podréis verlos también aquí.

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