Juan Ignacio Gutiérrez
La foto es de mi primer cumpleaños. Aparecen conmigo muchos niños, aunque hoy ninguno lo somos. De hecho, ha desaparecido alguna persona más de las que se me hubiera pasado por la cabeza pensar a estas alturas de mi vida. Por lo demás, todo es normal. En lo personal, los detalles que más llaman mi atención son la pérdida que he comentado antes y el hecho de que no esté mi primo José Simón. Ya no puedo preguntar a mi madre, ni a la suya, por qué no aparece en la imagen, que supongo previa al soplado a la vela que todavía está encendida. Tampoco está mi hermana, que no había nacido aún. Ya digo, todo muy normal. Reconozco los muebles, puedo identificar las caras. Tengo la impresión de que hasta la tarta me resulta familiar, seguro que es porque la hizo mi madre y tiene su sello. Recuerdo perfectamente esas copas. La escena se complica un poco si la analizamos desde un punto de vista, digamos, más profesional. Lo primero que debería llamarnos la atención es que todos los adultos son mujeres. No se si había adultos varones fuera del plano del fotógrafo (o fotógrafa, quién sabe), pero me temo que no. Los cumpleaños de los bebés no eran cosas de hombres entonces, hace más de cincuenta años. Otra cosa sería saber si ellos habrían querido estar o si ellas los echaban de menos. Pero no nos perdamos en debates. Hay una amiga de mi madre con algunos de sus hijos y una vecina con su hijo de mi edad, a los que sólo recuerdo por el álbum de fotos de mi infancia, y todos los demás son familiares. Salvo mi madre, la madre de mi contemporáneo, y nosotros dos, todos los demás pertenecen o pertenecían a familias numerosas. Cuando celebramos el primer cumpleaños de mi hijo Juan. Casi todos los niños vinieron con su madre y con su padre. Unos amigos trajeron a sus dos hijos, todos los demás vinieron con su único hijo o su única hija. Son muchas las cosas que han cambiado y que hay que tener en cuanta a la hora de analizar las situaciones familiares, tenemos que valorar el contexto social y cultural de las familias, sus valores, creencias… Pero también hay otras que no: Juan también soplo su vela, que estaba en una tarta que había hecho su madre. También hicimos fotos, muchísimas más: con cámaras digitales magníficas, con teléfonos inteligentes de última generación. Nuestros parientes las recibieron casi instantáneamente. Aquí no voy a incluir ninguna por que hay muchos niños, niños que están comenzando a vivir. ¿Cómo será el primer cumpleaños de sus hijos?

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