Amo el mar porque me está vedado respirar bajo el agua.

Deseo tu cuerpo porque no me resigno a acariciarlo en sueños.

Tu frágil voz resuena en mis oídos

hoy que estoy decidido a no olvidarte nunca.

Buceo en tu olor, que se hace más denso,

se vuelve más intenso,…

Mientras, el tiempo pasa.

 

Amo el mar porque las olas mecen mi cuerpo cuando pasan.

Deseo tu cuerpo y todo lo que envuelve,

y todo lo que me hace sentir que has vuelto a casa.

Ni tú ni yo habíamos descubierto

que el cielo estaba abierto en dos cada mañana.

Amo tu nombre.

Aunque ya no consigo pronunciarlo

sin ahogarlo en mis lágrimas.

 

Amo el mar.

El mar que te ha tragado.

Supongo que he empezado a aceptar mis derrotas.